Conel Hugh O'Donel Alexander fue una mente brillante que operó en silencio durante uno de los momentos más críticos del siglo XX. Nacido el 19 de abril de 1909 en Cork, Irlanda, en el seno de una familia angloirlandesa, Alexander fue educado en King Edward’s School de Birmingham tras la muerte de su padre, un profesor de ingeniería en University College Cork. Su talento matemático lo llevó a obtener una beca en el King's College de Cambridge, donde se graduó con honores en 1931. Allí también brilló como ajedrecista, representando a la universidad en encuentros interuniversitarios entre 1929 y 1932.
Antes de la guerra, Alexander trabajó como maestro en Winchester College y luego como jefe de investigación y personal en la empresa John Lewis Partnership. Pero su vida dio un giro radical en 1940, cuando fue reclutado para trabajar en Bletchley Park, el centro secreto de inteligencia británica. Inicialmente asignado a Hut 6, pronto fue transferido a Hut 8, donde se descifraban los códigos Enigma utilizados por la marina alemana. Bajo la dirección de Alan Turing, Alexander se convirtió en su segundo al mando, y cuando Turing viajó a Estados Unidos en 1942, Alexander asumió el liderazgo formal del equipo. Su enfoque operativo y su capacidad organizativa fueron fundamentales para mantener el ritmo de descifrado en uno de los frentes más complejos de la guerra.
En 1944 fue transferido para trabajar en el código japonés JN-25, demostrando su versatilidad como criptoanalista. Por sus servicios, recibió la Orden del Imperio Británico en 1946. Ese mismo año se unió al Government Communications Headquarters (GCHQ), donde fue nombrado jefe de criptoanálisis en 1949, cargo que ocupó hasta su retiro en 1971. Participó en el proyecto Venona, colaborando con el MI5 en la identificación de espías soviéticos, según testimonios como el del agente Peter Wright en su libro Spycatcher. Su acceso a información clasificada era excepcional, incluso entre altos mandos.
A pesar de sus logros en inteligencia, Alexander mantuvo una destacada carrera ajedrecística. Ganó el Campeonato Británico en 1938 y 1956, y representó a Inglaterra en seis Olimpiadas de Ajedrez: 1933, 1935, 1937, 1939, 1954 y 1958. En la edición de Buenos Aires de 1939, debió abandonar el torneo por el estallido de la guerra. Obtuvo el título de Maestro Internacional en 1950 y el de Maestro por Correspondencia en 1970. Fue capitán del equipo británico en la década de 1960, guiando a nuevas generaciones. En el torneo Hastings 1953/54 obtuvo uno de sus mejores resultados, venciendo a grandes maestros soviéticos como David Bronstein y Alexander Tolush. Sin embargo, por razones de seguridad nacional, no se le permitió competir en países del bloque soviético, lo que probablemente le costó el título de Gran Maestro.
Alexander también fue escritor y divulgador. Publicó columnas de ajedrez en el Sunday Times y varios libros sobre el juego. Era conocido por su humor seco y agudo, y por su estilo de juego clásico y agresivo. Estuvo casado con Enid Constance Crichton y tuvo dos hijos: Michael, quien fue diplomático británico, y Patrick, poeta. Murió el 15 de febrero de 1974 en Cheltenham, tras una larga enfermedad. Su legado permanece como el de un hombre que combinó con brillantez el rigor matemático, la estrategia ajedrecística y el servicio secreto, dejando huella tanto en los tableros como en los códigos. Desde las sombras, ayudó a cambiar el curso de la historia.
Décadas después, su figura fue retratada en la película The Imitation Game (El código enigma, 2014), donde el actor Matthew Goode interpretó a Hugh Alexander, mostrando al mundo su papel clave en el equipo de Bletchley Park.
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