El ajedrez es conocido en la mayoría de los países del mundo. Su historia se remonta a la India medieval (siglo VI). Originalmente funcionaba como chaturanga, pero hoy en día se le conoce por el nombre, que en persa significa que el rey está rodeado. Pawe? Koza, licenciado en la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Silesia en Katowice, apasionado por el ajedrez desde hace 18 años, habla de su influencia en el desarrollo de la mente y las habilidades cognitivas y de si se le llama con razón el juego real.
La mayoría de los juegos de mesa tienen como objetivo desarrollar una determinada predisposición en las personas. A veces es la memoria, a veces la percepción.
- Pocos juegos tienen tanto impacto en el desarrollo cognitivo y la salud mental de un ser humano", introduce Pawe? Koza. - El ajedrez es único. Esto no lo confirma su historia, por cierto muy interesante, ni el número de aficionados que se reúnen para jugar, sino la larga lista de influencias positivas que tiene en el ser humano cuando se practica con regularidad. El ajedrez es un muy buen entrenamiento para la mente. Mejoran la memoria y retrasan el desarrollo de enfermedades como la atrofia o la pérdida de memoria. Además, aceleran la recuperación tras un accidente cerebrovascular.
Pawe? Koza bromea diciendo que jugar al ajedrez es un camino hacia la longevidad.
- Nuestra edad suele juzgarse por nuestro aspecto, pero la juventud y la vejez también tienen que ver con el estado de ánimo", señala. - Practicar el ajedrez alivia el estrés y el nerviosismo. Aumenta la capacidad de concentración, estimula la percepción, la concentración de pensamientos, mejora la capacidad de escucha, de memoria y de observación, así como estimula la creatividad, la capacidad de pensamiento analítico y el pensamiento espacial. Además, el juego eficaz va acompañado de una serie de otros hábitos de apoyo, como una dieta adecuada, la concentración en el problema, la regularidad y la atención a los ritmos circadianos, que en gremio benefician la salud y la neurogénesis. Soy profesor de matemáticas, doy clases en el colegio y veo diferencias entre los alumnos que juegan al ajedrez y los que no. Los alumnos que juegan al ajedrez son mejores en la comprensión lectora, más rápidos a la hora de contar y mejores en las tareas de cálculo. El ajedrez se llama, con razón, deporte. Al igual que el gimnasio ayuda a mantener la forma física, el ajedrez afecta a la mente.
Debido a las reglas, el ajedrez suele considerarse un juego exigente para el que es esencial la habilidad matemática.
- El ajedrez no está destinado en absoluto solo a las mentes científicas", explica Pawe? Koza. - Es para todos, también para los humanistas que no se sienten cómodos en áreas estrictas como las matemáticas. El profesor destaca que, gracias al ajedrez, los alumnos tienen la oportunidad de mejorar en materias que les resultan difíciles.
- Se sabe que el ajedrez no condiciona la inteligencia de una persona y no es una condición sine qua non para su desarrollo, pero el entrenamiento regular de ajedrez tiene un efecto positivo incluso en la resolución de problemas cotidianos. Por lo tanto, cuanto antes se empiece a jugar al ajedrez, mejores serán los resultados", dice Pawe? Koza. - Resulta interesante que la práctica del ajedrez también modifique la cultura personal. Jugar en dúo requiere una cierta etiqueta. Es la ya mencionada paciencia, dar tiempo y espacio al otro jugador. También significa respetar la regla de intercambio de jugadas. Se puede decir en broma que a los ajedrecistas les resulta más fácil hacer una larga cola en la oficina y esperar el momento en que la pantalla muestre el número que están esperando.
Aparte de sus tareas profesionales, Pawe? Koza se dedica a organizar torneos de entrenamiento en línea a través de salas virtuales en lichess.org y chess.com o en directo. Considera que, en cualquier disciplina, el entrenamiento sistemático debe ir acompañado de competiciones que pongan a prueba la eficacia del entrenamiento en la confrontación con otros jugadores.
- Cada vez que organizo un torneo, lo trato como un reto. Me gusta buscar analogías entre el ajedrez y otras disciplinas. También me gusta el ambiente de este juego en su versión deportiva, cuando los relojes están junto al tablero y las piezas, cuando el tiempo cuenta y el sistema de competición. La convención del ajedrez está estrechamente relacionada con mi personalidad, por eso me siento bien en ella y quiero que aquellos a los que enseño se encuentren también en ella.